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Si tu PC tiene estos síntomas, deberías pensar en formatearlo

Lo normal es que después de montar (o comprar) nuestra computadora e instalarle el sistema operativo, todo funcione con normalidad. Sin embargo, hay veces que, pasado un tiempo, el funcionamiento de la computadora ya no es lo que era. Puede ocurrir que el ordenador vaya lento, tarde mucho en arrancar, se bloquee o directamente que, de un momento a otro, simplemente no encienda. Muchas veces pasamos tiempo buscando las posibles causas por las que ocurre esto, sin embargo, casi siempre la respuesta es la misma: Windows 10 necesita un formateo.

No siempre que nuestro ordenador funciona mal tiene que ser culpa de software. Los componentes se estropean con el paso del tiempo, especialmente los discos duros. Además puede ocurrir que el software haya evolucionado y nuestro ordenador se haya quedado obsoleto, e incluso que haya otros problemas en nuestro ordenador, como problemas de temperatura debidos a la degradación de la pasta térmica o a que los ventiladores no funcionan bien.

 

 Sin embargo, la mayoría de las veces sí que se debe a problemas de software, ya sea del propio sistema operativo o de las aplicaciones que tenemos instaladas en él. A continuación, vamos a ver los principales síntomas por los que nuestra computadora puede estar pidiendo un formateo a gritos.

 

Síntomas que nos hacen pensar que debemos formatear el ordenador

La PC no enciende. ¿Realmente es problema de software?

Puede ser que pulsemos el botón del ordenador y, de repente, veamos que el PC no enciende. Esto técnicamente no es problema de software, sino más bien parece un problema de hardware. Puede ser cualquier componente esencial, como procesador, placa, memoria, gráfica o fuente de alimentación. Si falla el disco duro el ordenador enciende, aunque no arranca Windows.

Debemos diferenciar entre si el ordenador realmente no enciende (es decir, pulsamos el botón y no hace nada) o enciende, carga la BIOS/UEFI con normalidad pero a partir de ahí no carga Windows.

En el segundo caso, puede ser que haya un problema con el disco duro (en cuyo caso deberíamos pensar en cambiarlo) o puede que el disco duro esté bien y lo que ha fallado sea la instalación de Windows.

Cómo comprobarlo

Para intentar aislar el problema, la mejor forma que tenemos es montar un sistema Live de Ubuntu en el ordenador. Cargamos el sistema operativo en la memoria y, si el disco duro está bien, deberíamos poder ver los datos de Windows. Podemos aprovechar que estamos aquí para copiar los más importantes a un USB o un disco duro externo.

Después de esto ya solo nos queda optar por el formateo para instalar Windows desde cero.

En caso de que en Ubuntu Live no nos aparezca nuestro disco duro con Windows, casi con seguridad será que se ha roto o que alguna conexión está mal. Si después de revisar las conexiones y comprobar si en la BIOS/UEFI aparece o no, igual sí es hora de pensar en comprar uno nuevo e instalar Windows allí.

Windows 10 se bloquea en el inicio, o tarda mucho en encender

Puede que nuestro ordenador encienda bien, pero donde se queda atascado sea en la pantalla de carga de Windows. Puede que tarde mucho en pasar de esta pantalla, e incluso puede que nunca llegue a avanzar.

Aquí podemos probar varias cosas. Por ejemplo, una de las causas más comunes por las que puede pasar esto es por un problema con algún componente o periférico conectado al ordenador. Si tenemos discos duros externos, webcams, memorias USB o cualquier otro componente conectado deberíamos desconectarlo. Dejando solo el teclado y el ratón deberíamos comprobar si Windows arranca bien. Y de ser así, mediante prueba y error, localizar el culpable.

Si el problema no es de ningún componente como tal, entonces puede ser que alguna aplicación se esté quedando atascada al arrancar. Seguramente alguna aplicación muy agresiva, como un antivirus o alguna aplicación de «limpieza» o de «optimización».

En ese caso debemos arrancar Windows 10 en Modo Seguro y, desde allí (que debería arrancar bien, sin problemas), configurar un inicio limpio. De esta manera podremos arrancar en modo normal nuestro Windows 10 sin problemas y, desde él, desinstalar aplicaciones como antivirus (en caso de usar uno distinto a Windows Defender) hasta dar con el culpable.

Si cuando hacemos un inicio limpio de Windows 10 sigue fallando, o si no podemos llegar ni siquiera a entrar en el Modo Seguro, entonces es que nuestro PC está pidiendo un formateo a Windows. Intentaremos hacer una copia de seguridad de nuestros datos más importantes (por ejemplo, usando la Live de Ubuntu de antes) e instalaremos Windows desde cero.

El ordenador va lento, pero que muy lento

Independientemente de que nuestro ordenador tarde mucho en encender, otro síntoma por el que nuestro PC nos esté pidiendo un formateo es funcionar lento. Si mientras usamos el ratón este se mueve a saltos, o cuando ejecutamos una aplicación como Chrome o Word esta tarda muchos segundos (incluso algún minuto) en lograr encender, entonces es que algo está usando muchos recursos. O que Windows no sepa cómo trabajar correctamente con el hardware.

Esto se puede deber a problemas con drivers, algún virus o troyano oculto en nuestro PC o a que el propio sistema operativo tiene archivos corruptos. Pero lo más común es que tenemos los discos duros llenos de archivos y programas, muchos de ellos incluso cargados en la memoria, y por lo tanto es necesario empezar de cero.

Con paciencia, debemos copiar todos los datos personales e importantes del ordenador a una memoria USB o un disco duro externo y formatear para instalar Windows 10 desde cero. Aprovechamos, además, para instalar la última versión del sistema operativo.

Y como recomendación, después del formateo, solo debemos instalar los programas que necesitemos cuando los necesitemos. Así evitaremos llenar el equipo de archivos y programas totalmente innecesarios.

¿Pantallazos azules? No pierdas el tiempo en buscar sus causas

Windows puede mostrarnos todo tipo de mensajes de error, pero sin duda uno de los más preocupantes es el pantallazo azul. Este mensaje de error aparece cuando ocurre un error crítico en el sistema. Este error puede aparecer por muchas razones. Por ejemplo, un driver en mal estado, un virus, archivos críticos de Windows dañados… Y este pantallazo puede aparecer durante el arranque de Windows o mientras estamos usando el PC.

Si nos aparece el pantallazo azul una sola vez, y al reiniciar el PC este no vuelve a aparecer no tenemos por qué preocuparnos. Sin embargo, si empieza a aparecer el pantallazo una y otra vez, entonces es que algo va mal.

Podemos dedicar horas hasta localizar la causa de este error. Podemos mirar registros de errores, analizar los volcados de memoria, desinstalar aplicaciones… pero al final seguro que terminaremos por lo fácil y eficaz: formatear el sistema. Así, al instalar la última versión de Windows desde cero evitaremos que todos estos problemas se sigan repitiendo.

Ojo. También puede ocurrir que los pantallazos azules vengan de una mala configuración de la BIOS, un overclock mal hecho o problemas de temperatura o hardware. Si tras formatear Windows siguen apareciendo, entonces deberíamos pensar en revisar los componentes de nuestro PC.

El ordenador se apaga solo

Por último puede ocurrir que estemos utilizando nuestro ordenador tranquilamente, y, de repente, se apague de golpe sin motivo aparente. Lo volvemos a encender y se repite lo mismo, el PC se apaga. Que un ordenador se apague de golpe, además, es peligroso para los componentes, sobre todo para los discos duros, ya que puede dar lugar a una pérdida de datos.

Si después de comprobar que no tenemos activado ningún plan de energía que esté forzando nuestro ordenador a apagarse, ni tareas programadas que estén haciendo que el equipo se apague, entonces solo nos quedan dos posibilidades. La primera, que haya problemas de hardware (de alimentación o temperatura), y la segunda, que Windows esté funcionando mal por un virus o porque tiene algún archivo dañado.

En todo caso, un formateo nos ayudará a hacer que nuestro ordenador funcione bien, como nuevo, y evitará tener estos problemas. Si tras instalar Windows de cero el PC se sigue apagando, entonces todo apunta a un problema de hardware.

Si después del formateo Windows sigue yendo lento, igual es hora cambiar algún componente

Si después de instalar Windows 10 desde cero el ordenador sigue funcionando mal, puede que la culpa sea de que nuestro ordenador ya es demasiado viejo. Aunque los requisitos mínimos de Windows 10 no son demasiado elevados, si nuestro ordenador tiene ya unos cuantos años puede que no tenga memoria suficiente para mover el sistema operativo y aplicaciones pesadas, como Chrome. Incluso puede que lo que se queda lento es el procesador y, por lo tanto, deberíamos pensar en comprar uno nuevo más potente.

Si nuestro ordenador (tanto torre como portátil) tiene un disco duro normal, de platos, igual deberíamos pensar en comprar un SSD. Estas unidades son muchísimo más rápidas que los discos duros convencionales. Si instalamos Windows en una de ellas podremos ver cómo nuestro ordenador parece nuevo. Windows arrancará mucho más rápido, irá mucho mejor y los programas funcionarán mucho más fluidos.

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