¿Cuál es la mejor distribución Linux para usar en servidores? (Edición 2019)
Por Rubén Velasco 3 marzo 2019
Redes@Zone
Windows es el sistema operativo de escritorio más utilizado en todo el mundo, tanto personalmente como a nivel profesional. Sin embargo, las empresas o los usuarios más avanzados que tienen un servidor, sea del tipo que sea, tienen unas necesidades diferentes y, más allá de la usabilidad que ofrece Windows, necesitan un sistema muy estable a largo plazo (los servidores están conectados 24×7), seguro y que optimice muy bien los recursos, eliminando todo aquello que no sea estrictamente necesario (como la interfaz web). Aquí es donde entran en juego Linux, el sistema operativo más utilizado en todo tipo de servidores.
Aunque si queremos podemos utilizar una distribución Linux de escritorio para nuestro servidor (como Ubuntu), las distribuciones Linux para servidor son algo diferentes a las distros de escritorio. Por ejemplo, las versiones de servidor suelen ser mucho más reducidas que las versiones de escritorio para que cada administrador pueda personalizarlas a su gusto, no suelen tener interfaz gráfica por defecto para ahorrar recursos y cuentan con optimizaciones y funciones diseñadas para ofrecer el máximo rendimiento, la mayor estabilidad y la mejor seguridad posible.
En la red existen una gran cantidad de distribuciones Linux para servidor de manera que cada usuario pueda elegir la que mejor se adapte a sus necesidades según la función que vaya a desempeñar el servidor.
A continuación, vamos a ver los sistemas más adecuados que podemos usar, tanto para montar un pequeño servidor (como un NAS) en nuestra casa como para un gran servidor en una empresa o la nube.
Las mejores distribuciones Linux para un servidor NAS
Un servidor NAS (Network-attached storage) es un pequeño servidor que podemos montar a nivel doméstico o en una pyme cuya principal función es permitir a cualquier usuario conectado a la red (o desde fuera de ella) acceder a todos los archivos y datos que se guardan en su interior. Además de funcionar como un servidor de almacenamiento, también puede desempeñar otras funciones, como alojar una pequeña web, configurar una VPN o montar un servidor de descargas.
Si compramos un NAS de un fabricante, como Synology o Qnap, estos tendrán sus propios sistemas operativos (basados en Linux siempre), aunque dependiendo de modelos vamos a poder instalar otras distros alternativas en ellos, igual que si optamos por convertir un PC montado por nosotros en un NAS.
XigmaNAS (anteriormente conocida como Nas4Free) es una de las distribuciones para NAS que, aunque no es propiamente Linux (se basa en FreeBSD), está especialmente diseñada para este tipo de servidores. Una de las características especiales de esta distro es que cuenta con soporte para el sistema de archivos ZFS, además de permitirnos montar otro tipo de servidores, como VPN o DLNA.
Otra alternativa muy similar, y también basada en BSD, es FreeNAS. A grandes rasgos, este sistema es muy parecido a XigmaNAS, ofreciendo casi las mismas funciones y opciones que este, como soporte para el sistema de archivos ZFS y distintos servidores que podemos instalar y usar desde nuestro NAS.
Si queremos una distro basada en Linux (concretamente en Debian) para nuestro NAS, siempre podemos recurrir también a OpenMediaVault. Esta distro nos ofrece todas las funciones y características que podemos encontrar en un NAS cualquiera, además de ser muy personalizable de manera que cada usuario pueda adaptarla a sus necesidades.
Si nos gusta personalizar al máximo la distro desde el primer momento, siempre podemos recurrir a las distribuciones clásicas, como Ubuntu Server o Debian, para hacer funcionar nuestro NAS. Además, si utilizamos un Raspberry Pi 3 como servidor en nuestra casa (una idea low cost muy buena), siempre podemos recurrir a Raspbian Lite, la versión reducida de esta distro que podremos adaptar manualmente según nuestras necesidades (teniendo siempre en mente las limitaciones del Raspberry).
Las mejores distribuciones Linux para un servidor grande
En muchas ocasiones puede que un NAS se nos quede corto, ya sea de potencia o por las funciones que queremos de él. En ese caso, ya es necesario recurrir a distribuciones más completas que nos permitan satisfacer nuestras necesidades.
Una de las distribuciones Linux para servidor más conocidas y recomendadas es Ubuntu Server. Esta es la mejor distro para los usuarios que quieren una experiencia out-of-the-box, es decir, instalar y empezar a utilizar, sin complejas configuraciones ni problemas. A grandes rasgos, Ubuntu Server es igual que Ubuntu Desktop, pero eliminando la interfaz y muchos de los paquetes que vienen instalados por defecto y, a cambio, instalando otras funciones de servidor, como OpenStack Mitaka, Nginx y LXD.
Si somos ya usuarios avanzados y podemos dedicar bastante tiempo a configurar nuestro servidor, entonces una de las mejores opciones a elegir es Debian. Debian no tiene una versión “server” específica como Ubuntu, pero sus principales fortalezas son una excelente optimización de recursos y una gran seguridad, dos aspectos muy importantes para el servidor. Cada administrador puede adaptar su Debian a sus necesidades, partiendo de una distribución base y adaptándola a las necesidades de cada uno.
En tercer lugar vamos a hablar de CentOS. Esta distribución de código abierto se basa en Red Hat Enterprise Linux (RHEL) y se caracteriza principalmente por ser un servidor muy estable y segura, siendo una de las más utilizadas sobre todo en servidores web. Como se basa en RHEL, recibe actualizaciones muy frecuentes y, además, está libre de bugs y vulnerabilidades, siendo una gran opción a tener en cuenta para los usuarios que buscan un sistema lo más puro posible basado en Red Hat.
Por último, no podemos acabar esta recopilación de las mejores distribuciones Linux para servidor sin hablar de Arch Linux. Arch es uno de los sistemas más minimalista, pero a la vez más estables y seguros que podemos encontrar. Por ello, si tenemos un servidor con un hardware limitado y queremos aprovechar al máximo los recursos que nos ofrece, esta es una de las mejores distros que podemos elegir. Eso sí, debemos tener en cuenta que, a diferencia de otras, como Ubuntu o Debian, Arch es una distro mucho más compleja y para usuarios avanzados, por lo que ponerla en marcha puede llevarnos bastante tiempo, sobre todo si no estamos familiarizados con Arch.